¿Es normal una temperatura corporal de 35.5 grados?
Aunque nuestra temperatura corporal se regula por diversas causas, sigue estando condicionada por una serie de características. Otros elementos que afectan a la temperatura corporal son la comida, la bebida, la hora del día y, en el caso de las mujeres, el desarrollo del ciclo menstrual. Nuestra temperatura corporal está influenciada principalmente por la temperatura de nuestro entorno y nuestro nivel de actividad física.
La temperatura corporal refleja su capacidad de crear y emitir calor. Incluso cuando se expone a condiciones excesivamente calientes o heladas en el exterior, el cuerpo es capaz de mantener una temperatura interna saludable. Esto es así independientemente de que el entorno sea excesivamente caluroso o extremadamente frío.
El rango habitual de la temperatura corporal de un adulto se sitúa entre los 36,5 y los 37 grados centígrados. A pesar de que la temperatura está en el rango de 35 a 36 grados Fahrenheit, debemos ser cautelosos ya que la hipotermia podría ser un problema, a pesar de que este rango de temperatura no se considera excesivamente bajo. En general, se define la hipotermia como una temperatura inferior a 36 grados, los síntomas febriles como una temperatura entre 37 y 38 grados, y la fiebre como una temperatura de 38 grados o más.
La temperatura de los niños no debe descender por debajo de los 36 grados, y si lo hace, debemos tomar medidas rápidas para elevarla. Si nuestra temperatura corporal desciende por debajo de los 35 grados Fahrenheit, debemos buscar inmediatamente asistencia médica, ya que hemos entrado en estado de hipotermia.
Factores cotidianos que influyen ligeramente en la temperatura corporal
La edad
A medida que envejecemos, nuestros cuerpos se vuelven menos eficientes para regular nuestra temperatura interna. Esto se debe a una serie de factores, que incluyen una disminución en la producción de hormonas que ayudan a regular la temperatura corporal y una disminución en la masa muscular. A medida que envejecemos, nuestros cuerpos se vuelven más susceptibles a ambos extremos de temperatura, tanto fríos como calientes.
El nivel de humedad del ambiente
Nuestro cuerpo regula su temperatura mediante la producción de sudor. Cuando hace calor, el sudor se evapora y enfría nuestra piel. Esto es más efectivo si hay un nivel alto de humedad en el ambiente. Si estamos en un lugar seco, el sudor se evapora rápidamente y no logramos refrigerar nuestro cuerpo de la misma manera.
La cantidad de ropa que llevamos puesta
Otro factor que afecta a nuestra capacidad para regular nuestra temperatura corporal es la cantidad de ropa que llevamos puesta. A menudo, cuando hace calor, tendemos a quitarnos la ropa para permitir que el aire circule mejor y enfríe nuestro cuerpo. Sin embargo, si estamos expuestos al frío, necesitaremos varias capas para mantenernos abrigados y protegidos del clima exterior.
Nivel de actividad física
El ejercicio nos hace sentir más calientes debido a que aumenta nuestra tasa metabólica y produce calor corporal. Por lo tanto, si estamos realizando actividades físicas intensas o simplemente teniendo un día activo, es probable que experimentemos un ligero incremento en nuestra temperatura corporal. Al igual que con la edad, cuanto más muscularmente activo sea un adulto joven o atlético, mejor será su capacidad para regular su temperatura interna durante períodos prolongados de ejercicio intenso o altas temperaturas ambientales externas.
La obesidad
La obesidad es otro factor que puede afectar nuestra capacidad para regular la temperatura corporal. Los individuos con exceso de peso tienen más dificultades para sudar, lo que significa que no pueden enfriarse del mismo modo cuando hace calor. También se sabe que la obesidad está relacionada con un mayor riesgo de hipotermia, ya que el tejido adiposo actúa como un aislamiento térmico, reteniendo el calor del cuerpo en lugar de permitir que se dispersé.
El consumo de anfetaminas
El uso de anfetaminas puede afectar la temperatura corporal de una persona debido a los efectos que tienen estas drogas sobre el metabolismo. Las anfetaminas aumentan el metabolismo, lo que significa que queman más calorías y, por lo tanto, producen más calor corporal. El exceso de calor en el cuerpo puede conducir a un aumento de la temperatura corporal, lo que resulta en sudoración, sequedad de boca y latidos del corazón rápidos e irregulares. Si se consume una cantidad excesiva de anfetaminas, estos síntomas pueden desencadenar un ataque al corazón o incluso la muerte.
Otros artículos que te podrían interesar: